"Detenerme para qué,
de poco vale un paisano
sin caballo y en Montiel..."
Pasé de largo siempre supe que allí
no descansaba la memoria en el desván
Estaba aprisionada en el altillo,
se había quedado confusa pegada a las paredes,
fluía con dificultad por el suelo arenoso
y sí, también tenía su hueco
en los baúles de la trastienda.
Era una casa rojo oscuro, rezumante de pasado y cenizas
sin cantos pasa el río y yo para qué los iba a tener.
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