21 enero 2010

Cuando uno ya no tiene fuerzas














Cuando uno ya no tiene fuerzas para escribir, tiene que recordar.

Cuando uno ya no tiene fuerzas para fotografiar,
tiene que ver con los ojos del alma.
Cuando uno ya no tiene fuerzas para leer,
tiene que estar lleno de narraciones.
Cuando uno ya no tiene fuerzas para hablar,
tiene que resonar.
Cuando uno ya no tiene fuerzas para andar, tiene que volar.
Y cuando llegue la hora,
uno tiene que desprenderse de los recuerdos,
de los ojos del alma, dejar de soñar,
callarse y plegar las alas.
Pero pase lo que pase, sigue la narración, sigue.


Eeva Kilpi

He encontrado este poema y aquí os lo dejo, como muestra de la narración que sigue por donde nosotros estuvimos...

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