28 septiembre 2011

El estado intermedio



Por casualidades de esas que no son tanto he leído esta nota de un libro de Pema Chodron que me ha dejado sin palabras. Así que un poco de traducción libre y rapidita, os la dejo aquí para que la saboreeis a gusto.


" Se nos habla del sufrimiento de perseguir el placer y la futilidad de huir del dolor. Tambié se nos habla de la alegría del despertar,  de realizar nuestra interdependencia, de confiar en la franqueza de nuestras mentes y corazones. Pero no se nos dice tanto sobre este estar en un estado intermedio, en el que no es posible ya obtener ese antigua comodidad del exterior pero sin estar tampoco reposando en una sensación continua de afecto y ecuanimidad.
La ansiedad, la angustia y la ternura marcan el estado intermedio. Este es el tipo de lugar que usualmente queremos evitar. El reto es permanecer en el medio en lugar de focalizar sobre la pelea y la queja. El reto es permitir que ese estado nos ablande en vez de volvernos más rígidos y preocupados. Tener una relación íntima con el sentimiento de debilidad que aparece al estar en medio de ninguna parte sólo puede hacer más tiernos nuestros corazones. Cuando somos lo suficientemente valientes como para permanecer en el medio, la compasión surge espontáneamente. Al no saber, no esperar saber y no actuar como si supieramos lo que está pasando, empezamos a acceder a nuestra fuerza interior.
Aún así, parece razonable querer algún respiro. Si podemos hacer que la situación sea correacta o incorrecta, si podemos definirla claramente de algún modo, entonces nos moveremos en un terreno conocido. Pero algo ha sacudido nuestros patrones habituales y usualmente ya no vuelven a funcionar. Permanecer con esta energía volátil se vuelve gradualmente más cómodo que actuar contra ella o reprimirla. Este lugar amable sin límites fijados se llama bodhichitta. Quedarse con él es lo que cura. Nos permite dejar de lado nuestra arrogancia. Así es como el guerrero aprende a amar."



"We are told about the pain of chasing after pleasure and the futility of running from pain. We hear also about the joy of awakening, of realizing our interconnectedness, of trusting the openness of our hearts and minds. But we aren't told all that much about this state of being in-between, no longer able to get our old comfort from the outside but not yet dwelling in a continual sense of equanimity and warmth.
Anxiety, heartbreak, and tenderness mark the in-between state. It's the kind of place we usually want to avoid. The challenge is to stay in the middle rather than buy into struggle and complaint. The challenge is to let it soften us rather than make us more rigid and afraid. Becoming intimate with the queasy feeling of being in the middle of nowhere only makes our hearts more tender. When we are brave enough to stay in the middle, compassion arises spontaneously. By not knowing, not hoping to know, and not acting like we know what's happening, we begin to access our inner strength.
Yet, it seems reasonable to want some kind of relief. If we can make the situation right or wrong, if we can pin it down in any way, then we are on familiar ground. But something has shaken up our habitual patterns and frequently they no longer work. Staying with volatile energy gradually becomes more comfortable than acting out or repressing it. This open-ended tender place is called bodhichitta. Staying with it is what heals. It allows us to let go of our self-importance. It's how the warrior learns to love."

(From The Places That Scare You)


------
La foto tampoco es mía la he sacado de aquí



No hay comentarios: