No se que tiene el silencio que a veces es una cura y otras una losa que me cubre. La primera vez que vine a Alemania hace ya cuatro años no me enteraba de nada. Y yo que soy de normal muy comunicativa me fui volviendo hacia adentro. Suerte para mi la experiencia dio muchos y muy buenos resultados. Un mogollon de poemas (si mirais el historial del blog yo creo que nunca he publicado tan frecuentemente, y todos los que se quedaron en borrador!!) muchisisima correspondencia (casi todos mis amigos de todas partes del mundo recibieron una o varias cartas) un futuro marido y un encuento calido conmigo misma. No todo lo hizo mi boca callada, pero recuerdo que el silencio dejo de ser un terreno inexplorado, y paso a ser un amigo. De un tiempo a esta parte han cambiado muchas cosas. Ya entiendo el idioma, y he entrado, de nuevo, en un juego mas basico y mas elaborado, todo a la vez. Y es que necesitamos el lenguaje para expresarnos, pero lo fundamental en muchas ocasiones es innombrable. Y aqui la tristeza y la alegria del amante de las palabras. Necesitar palabras para conocer su propia mente, y saber que las palabras en si son una limitacion para la mente. Como el que usa un modelo para resolver la ecuacion de Schrödinger de un sistema multielectronico, sabiendo que siempre sera distinto de la realidad. (Perdonad los ejemplos quimicos y la falta de acentos... Nuevo teclado, nuevo trabajo y nuevo sistema operativo).
Hoy me he encontrado este texto en el correo, es un extracto del libro "A Brief Fantasy History of a Himalayan" escrito por Thinley Norbu Rinpoche, donde reflexiona sobre una experiencia parecida a la mia, y he querido compartirlo. Que tengais una buena semana!
"During
my first trip to France, we didn’t speak the same language, so we often
communicated with gestures. Sometimes I think it is better not to know a
language. Rather than talking, it is better to reserve energy through
silence. But most Westerners try to look intelligent through talking and
think silence is uncomfortable, so it is better to be talkative if you
want to spend time in the West. Of course, since human beings have
dualistic tongue, everything that is said is an impetuous expression of
incurable, contagious blurting. We who have ordinary limited qualities
incessantly chatter, while those with limitless wisdom qualities remain
silent. It is like the difference
between the movement of shallow water and the stillness of the deepest
sea. Western people have many fine qualities, like the rapid waters of
mountain rivers, but they cannot put out the blazing fire of their
mouth."
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