Este es uno de mis poemas favoritos de Aurora Luque, poeta Almeriense que, en algunas de sus obras y para mi extrema delicia, hace guiños a los clásicos de la mitología griega con una frescura y modernidad envidiables. Cuando estando en el instituto la escuché recitar este poema tuve la necesidad de "hacer lo mismo" con la mitología de Tolkien y quien sabe dónde se habrán quedado esos papeles... De una manera o de otra, su obra me sigue conmoviendo e insuflando una necesidad creativa en la que se mezclen lo mundano y lo mitológico...
Pandora J. W. Watterhouse |
Llamarán
a tu puerta una tarde cualquiera.
Y no se
sabe quién habrá dejado
en el
suelo un paquete para ti.
MUY
FRÁGIL, dice al dorso. Lo remite Pandora.
Albergue
de montaña en el Olimpo.
Grecia
la Vieja.
Sí,
parece su otra caja,
la caja
fascinante, la olvidada,
la que
nunca abrió nadie,
la que
escondía el Tiempo en algún zulo,
la que
cruzara intacta por los mitos,
la que
nunca extrajeron los viejos arqueólogos
ni
indagaron los más serios poetas
y que
-mira por dónde-
aparece
en tu puerta, inesperada.
Contiene
la mordaza, ya suelta, de Pandora,
venenos
para dar a las palabras
que
usurparon el trono tantos siglos,
ese
brillo del no,
el
cinismo de Hermes,
hondas
para romper los espejismos
de las
formas dañinas del amor
y
palabras vibrantes y fresquísimas
dispuestas
a pisar, como gacelas,
las
lenguas gangrenadas e inservibles.
(Algo
queda en el fondo. No lo mires.
Cuídate
de Pandora: es el olvido).
Si
llaman a tu puerta cualquier día,
si
traen un mensaje de muy lejos,
mira la
dirección del remitente
porque
a veces los dioses, caprichosos,
rectifican
el mundo en cajas nuevas.
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